Cómo Hacer Kombucha
¿Cómo se hace la kombucha?
En este blog habrás podido aprender mucho acerca de las características de la kombucha, sobre sus propiedades nutricionales y sobre sus efectos en la salud. Así que lo que ahora cabe preguntarse es cómo se hace esta bebida. Y, sabiendo su proceso de elaboración, puedes hacer kombucha en casa.
Lo primero que debemos saber es que necesitaremos un ingrediente muy especial: el scoby. Es la parte fundamental de la kombucha, ya que es la encargada de convertir un té convencional en una bebida fermentada con características muy especiales.
Entonces, ¿qué necesitaremos? Muy sencillo: agua, azúcar, té y el scoby, es decir, el cúmulo de bacterias y levaduras que procesarán el azúcar que añadimos para elaborar una bebida fermentada. El scoby puedes comprarlo o, si conoces alguien que ya haga kombucha, puede proporcionártelo él.
Receta para hacer kombucha
Así, si quisiéramos preparar un litro de kombucha, tendríamos que disponer de:
- 1L de agua.
- Entre 40 y 70 gramos de azúcar.
- De 1 a 3 bolsitas/cucharadas de té.
- 1 scoby pequeño (30g).
- Líquido para arrancar la fermentación (100-200ml). Podemos utilizar el que viene con el scoby si lo has comprado o el de una kombucha ya fermentada, que puede ser comercial, pero procurando que se haya elaborado con ingredientes naturales.
Como vemos hay ingredientes en los que hay una determinada variabilidad en las cantidades. Uno de ellos es el azúcar, ya que, aunque este será el alimento del scoby para fermentar, siempre quedará alguna cantidad de azúcar residual en la composición de la bebida.
A medida que añadamos azúcar, más estaremos alimentando al scoby y, por tanto, más ácida quedará la kombucha (debemos encontrar un sabor equilibrado). Respecto al té, puedes también hacer tus propios experimentos para encontrar el sabor que más te gusta.
Aspectos a tener en cuenta
Hay algunos otros aspectos que debemos tener en cuenta para la elección de los ingredientes:
-No se debe escoger un té sin teína. De hecho, se recomienda utilizar té negro o té verde, ya que con otros tipos de té el scoby perderá fuerza tras varias fermentaciones. En Víver nos gusta usar una mezcla de ambos.
-No se deben usar otros sustitutos del azúcar, como por ejemplo la miel. En Víver usamos azúcar de caña ecológico para evitar cualquier producto químico nocivo que pueda contener el azúcar no ecológico.
-El agua que usemos debe ser de calidad, es decir, que en su composición no contenga otros agentes, especialmente si le dan un sabor característico al agua. Lo más importante es usar agua mineral o filtrada, ya que muchos de los químicos que se usan comúnmente en el proceso de tratamiento del agua potable crean problemas para el scoby. Nosotros utilizamos agua mineral de Sierra Nevada.
El proceso de elaboración de la kombucha debemos tener en cuenta que tiene dos fases que, básicamente, consiste en dos fermentaciones. La primera es una fermentación abierta mientras que la segunda es cerrada para conseguir esas burbujas naturales tan deliciosas. Vamos a ver cómo se desarrollan ambas fases.
Pasos a seguir para hacer kombucha
-Llevamos el agua a hervir. Después la retiramos de la fuente de calor y añadimos el té.
-Una vez preparada lo solución de té vertimos el azúcar (aprovechando que aún está caliente para que se disuelva bien). A continuación esperamos a que el líquido esté a temperatura ambiente. Cuando se haya enfriado nuestra mezcla de té dulce, la debemos cambiar de recipiente, escogiendo aquel en el que queramos que se produzca la fermentación. Preferiblemente usaremos un tarro de cristal.
-Cuando el líquido no esté caliente podemos echar el scoby y su líquido o el de otra kombucha (cuanto más fermentada esté, menos cantidad necesitaremos), ya que es el que nos permitirá que empiece la fermentación. El scoby flotará, pero si se hunde no pasa nada, en uno o dos días irá a la superficie.
-Tapamos el recipiente con una tela de algodón que sea porosa y esté perfectamente limpia. La ajustamos adecuadamente y la sujetamos con una goma.
Dejamos la mezcla un mínimo de 7 días en un lugar en el que no le incida la luz directamente. Estos factores son importantes, puesto que influyen en el sabor de la kombucha: si la temperatura ambiente es baja, tardará más en fermentar, y si es alta, tardará menos. Lo ideal es que estemos entre 24 y 27 grados.
Factores importantes al hacer kombucha
-Siempre debes utilizar recipientes y utensilios en perfecto estado de limpieza. Debemos ser muy exhaustivos en este aspecto, especialmente cuando vayamos a manipular el scoby para introducirlo en el líquido.
-Recuerda que el té no debe estar caliente cuando añadas el scoby, ya que podría morir si la temperatura es demasiado elevada. Puedes evitar que esto suceda hirviendo menos cantidad para que resulte un té más concentrado que luego podrás rebajar con agua fría.
-A los 7 días de la preparación podemos probar la kombucha y decidir si queremos o no dejarla fermentar más. Ten en cuenta que cuanto más tiempo la dejemos fermentar, menos azúcar quedará en el líquido resultante y, por tanto, menos dulce y más ácida será la bebida.
Kombucha segunda fermentación
Acabada esta fase, empezamos con la segunda fermentación, que dará un toque especial a la kombucha. Veamos los pasos:
-En caso de que hayamos preparado una gran cantidad de kombucha, debemos repartir el líquido sin el scoby en varias botellas (o el recipiente final en el que queremos tomarla). Deja unos 3-4 centímetros sin líquido. Es importante que los recipientes sean herméticos, al contrario que en la primera fase, en la que utilizamos una tela porosa.
-Añade el ingrediente extra que quieres que le otorgue un sabor especial a la bebida. Puedes ser tan creativo como quieras: desde más azúcar hasta especias como el jengibre, pasando por trozos de fruta.
-Deja la mezcla entre 2 y 6 días reposar en las mismas condiciones que durante la primera fase de preparación de la kombucha: nada de luz ni temperaturas extremas. El número de días dependerá del ingrediente extra que añadas y sobre todo de su contenido de azúcar.
-Deja que la bebida se enfríe en el frigorífico y, cuando quieras servirla, retira los restos de fruta, especias o cualquier ingrediente que hayas optado por añadir usando, si fuera necesario, un colador.
Sé creativo con tu kombucha
Para acabar, en esta segunda fase permítete ser creativo y prueba todas las combinaciones que creas que pueden funcionar en tu paladar. Cuanto más experimentes, más controladas tendrás las cantidades, aunque nunca debes olvidar que no hay dos kombuchas iguales, ya que el proceso tiene varias partes que no podemos controlar en su totalidad.
Y, por supuesto, siempre puedes probar los sabores que nosotros ofrecemos que, además, no solo añaden sabor, sino más propiedades interesantes a la kombucha.